Hoy es uno de esos días que yo llamo de "amargura psicológica" o de #bedelasfixia. Término éste último que definimos, un glorioso día, el Maestro del dospuntocerismo Jean Bedel y yo departiendo en twitter, para bautizar ese sentimiento (compartido por muchos) de asfixia que siente Jean los domingos por la tarde pensando en el tedioso y venidero lunes.
Es uno de esos lunes en los que piensas que la noche anterior no descansaste en tu cama, sino que debió ser una oscuridad agitada que tuvo su desenlace en un viaje astral palpitante. Esta mañana al sonar el despertador me sentía, tal y como describe Franz Kafka en su Metamorfosis, como Gregorio Samsa, aquel comerciante de telas que vivía con su familia a la que mantenía con su sueldo, y que un buen día amanece convertido en una criatura no identificada claramente. La cual no logra levantarse de la cama por haber dejado su condición humana en las tinieblas de la noche.
Hoy es uno de esos días en los que la maquinaria no funciona bien...no tiene nada estropeado...pero no funciona bien. Así, quedo pendiente de que un nuevo anochecer arregle el inservible lunes, reseteando el sistema para disfrutar de un nuevo día lleno de vivacidad, con su rutina, su trabajo, su monotonía...pero con la chispa del poder, el dinamismo y la vida.
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