jueves, 29 de septiembre de 2011

El mejor día de la semana

El mejor día de la semana es el viernes. Esto es así. Todos lo sabemos y quien diga lo contrario ¡miente!. Como premio de consolación tenemos el jueves, que tampoco está mal del todo, tiene su encanto. Las cosas se ven de otra forma. Todo se relativiza pensando que al día siguiente es viernes y el fin de semana, que aportará algo de tranquilidad a nuestras vidas, está a la vuelta de la esquina. Al menos tenemos la certeza de que ningún 'marrón laboral' nos puede sacudir en toda la cara. Y eso, de por sí, ya es un pensamiento de bonanza.

Otro aspecto a tener en cuenta en ese mar placentero de mi tan adorado weekend es el vía crucis que cada mañana sobrellevo de camino al trabajo. Cada día se soporta de manera diferente.


Mi particular vía crucis mañanero

Hay días en los que vas con tiempo y esperas pacientemente, otros (la mayoría) llegas tarde y los nervios te asaltan, de copiloto siempre la #bedelasfixia, y en ocasiones te acontece algún episodio de granjeros urbanos que se creen que eso de la F1 lo inventaron para ellos. En todo este entramado, la rutina juega un papel primordial, y va socavando nuestro estado de ánimo poco a poco.
Y así, un suma y sigue de circunstancias que no merece la pena relatar porque me amargarían este bonito jueves (de momento).

Visto lo visto, no hay nada como levantarse y pensar 'hoy es viernes'.


Por Loles Martínez López

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