Solo unas líneas del post me bastarán para plasmar mi idea. 'La gente hace lo que le da la real gana'. Esto es así, y no ha lugar a debate alguno. Ahora bien, algunos lo hacen bajo el arte del disimulo, y otros por contra lo colorean con insolencia y descaro.
Este matiz se torna complejo en el ámbito de las compras, donde el aforimo 'El cliente siempre tiene la razón' pierde todo su corolario al tropezar (en mala fortuna) con un incompetente o desmañado del gremio. Por ventura esto no es lo normal, pero ya se sabe 'Hay de todo en la viña del Señor'.
Mucho proceso de calidad, mucha exclusividad y mucho high class, pero a la hora de la verdad llega el tarugo de toda la vida con su filosofía 'De cuero ajeno, correas largas', y tira por tierra el ánimo y la confianza del cliente. Afortunadamente, detrás de todo zafio un buen Jefe de Ventas arbitra la jugada, no solo solventando el yerro, sino perfeccionando el propósito con una brillantez exquisita.
Ahora bien, 'De los escarmentados, nacen los avisados'. Ahí queda eso.
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