martes, 20 de diciembre de 2011

Sin juicio por la vida

No era nada lo de la muela. ¡Claro, como no era tuya!.

Ayer fui al dentista a que me quitara una muela del juicio. En principio era una extracción sencilla, puesto que la muela era pequeña y en la radiografía no se veía mayor complicación. Un tironcito y listo. Pero una vez tumbada en el aborrecible sillón, la cosa se tiznó. Y de un tironcito de nada, pasé a un rato horrible. Pero lo peor estaba por llegar. Una vez que se pasó el poderoso efecto de la anestesia empezó la fiesta. Y a mediodía de hoy sigue la jarana en mi boca. Llevo un batiburrillo de analgésicos en mi cuerpo que no se si estoy o me voy. ¡Ni con esas!.


En enero tengo cita con el cirujano para que me quite la muela que el dentista bautizó con el tranquilizador nombre de "problemática". Con esa extracción los puntos van de regalo.

Si la de ayer era la sencilla, no quiero pensar en la problemática.

Este es mi particular martes. Dolor de muelas y de bolsillo.


Por Loles Martínez López

1 comentario:

JULIO dijo...

Este Lunes me quitaron la muela 36, que "jodia". Despues de un buen rato tirando con unos alicates me dice el dentista que vuelva a ponerme un implante, nada, un taladro, un tornillo y ya está. Ese no me vé mas el pelo. Unidos por el dolor y el gelocatil, jejeje